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Propiedades Básicas del Agua

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El agua posee unas propiedades excepcionales. Es mil veces más densa que el aire, por lo que ofrece una gran resistencia al avance del nadador, y así, comparada con formas de ejercicio practicadas en tierra como la carrera y el ciclismo, la natación es una forma de movimiento ineficaz. Estos son algunos factores básicos que afectan al cuerpo y convierten al agua en un medio excepcional en el que desarrollar la forma física.

Presión hidrostática
El agua ejerce presión sobre el cuerpo, lo que contribuye a reducír el ritmo cardiaco durante el ejercicio al tíempo que proporciona un efecto de masaje que ayuda a rebajar la tensión muscular, procurando una sensación de menor estrés.

Posibilidad de flotar
Al zambullirse en la zona más profunda de la piscina, el cuerpo desplaza el agua, haciéndola subir y empujando al nadador hacia la superficie, reduciendo así el efecto de gravedad, procurando una sensación de ligereza y de flotación. Esto contribuye a favorecer una mayor gama de movimientos en las articulaciones, pero también a incrementar la intensidad de cualquier ejercicio que consista en empujar hacia abajo contra el agua —por ejemplo la patada hacia abajo y arriba en el estilo libre y la natación de espalda— mejorando de este modo la fuerza muscular y la resistencia.

Resistencia
Las fuerzas que actúan en sentido contrario al nadador en uno u otro punto se denominan colectivamente como resistencia del agua o resistencia al avance, de la que existen tres tipos:

  • Resistencia frontal o de forma: el agua ejerce una resistencia multídireccional a todo movimiento que se realiza, de manera que cada movimiento exige un mayor esfuerzo muscular y un mayor gasto de energía que en tierra. En general, cuanto mayor es la superficie que se presenta en el agua, y cuanto mayor es la velocidad, mayor será también el efecto —de ahí la importancia de lograr una buena posición hidrodinámica en el agua.
  • Resistencia viscosa o de fricción: las moléculas de agua producen fricción al entrar en contacto con el cuerpo del nadador, por lo que algunos nadadores de competición se depilan el cuerpo para tener la sensación de reducir así su efecto, y de avanzar más rápidamente en el agua.
  • Resistencia del oleaje: esta turbulencia en la superficie la genera la acción de nadar, que suele producir olas de proa que presionan sobre el cuerpo del nadador reduciendo su avance hacia delante. Una buena técnica de brazada puede contrarrestar este efecto, o minimizarlo.

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